¿Qué es la eco-ansiedad y cómo construir resiliencia ante ello?

ansiedad ante el cambio climático
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Eco-ansiedad: ¿Un miedo sobrecogedor al desastre ecológico, o exactamente lo que necesitamos sentir si vamos a tomar acción en el cambio climático?

Hay un creciente entendimiento sobre el impacto en la salud mental y el estrés, la confusión y la ansiedad que sigue incrementando la consciencia sobre la crisis climática y la bio-diversidad, con preocupación a menudo centrada en cómo esta crisis está afectando a niños y gente joven. 

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Sin embargo, la eco-ansiedad no solo afecta a niños y a gente joven. Recientemente me he estado preguntando si quizás todos y todas nos sentimos con eco-ansiedad, pero de formas diferentes. 

A continuación, abordaremos la creciente eco-ansiedad en la sociedad y cómo podemos construir resiliencia para tratar este problema desde un punto de vista más sano. 

¿Cómo la gente experimenta y expresa su preocupación hacia el medioambiente?

Algunas personas sentirán eco-ansiedad de forma aguda y con miedo. Estas personas tendrán problemas para concentrarse en otras cosas en sus vidas, incapaces de vaciar sus mentes de pensamientos sobre el empeoramiento del planeta que se refuerza cada vez que leen el periódico o ven los telediarios. 

Otras personas podrían tener un sentimiento irritante y molesto de que algo no va bien pero logran librarse de estas preocupaciones, o los reemplazan por otras preocupaciones más inmediatas. Covid, presión económica, preocupación por como van sus hijos en el colegio, etc. 

Algunas personas se preocupan después de ver un documental, o escuchan a alguien alertando sobre la importancia de que actuemos urgentemente, pero luego se consuelan a si mismos pensando que si las cosas estuvieran tan mal entonces el gobierno se ocuparía de ello al 100%. Otras personas podrían no sentir este consuelo, pero luego podrían leer algo sobre el incremento de las innovaciones tecnológicas y pensar que vamos por el buen camino. 

Otros podrían pensar, “Sí, es bastante preocupante”, y luego casi al instante decir, ” No puedo esperar a que se solucione esto del Covid porque quiero agarrar un vuelo para irme de vacaciones”, como si no pudieran aunar estos pensamientos en conflicto dentro de sus mentes. Algunas personas desestimarán a las personas que están preocupadas y les dirán que están siendo tontos, llamándolos conspiranoicos, o peor. 

Lo interesante de todo esto es que estas son todas las formas diferentes de lidiar con la ansiedad que seguramente todos y todas nosotras estamos sintiendo a medida que aprendemos más sobre la crisis ecológica que se está desplegando frente a nuestros ojos. Podríamos sentirnos sobrecogidos e incapaces de alejar estos miedos, podríamos ser incapaces de echarlos, o responder al consuelo, o defendernos del miedo con negación, pero estas son todas las formas de eco-ansiedad. Y podemos encontrar todas estas expresiones diferentes dentro de nuestra propia familia o nuestro grupo de amigos y amigas. 

¿Cuáles son otras respuestas emocionales comunes a la crisis climática?

Otra cosa curiosa sobre la eco-ansiedad es las muchas formas en las que se puede sentir. Pese a que empieza con una ansiedad a medida que “despertamos” y aprendemos más sobre la crisis ecológica, no se siente como una simple ansiedad. A menudo primero nos sentimos asustados u horrorizados sobre las amenazas a las que se enfrenta la humanidad, pero luego puede sentirse depresión, impotencia y desesperación ya que el problema parece demasiado grande. 

Luego hay una confusión entendible sobre “la declaración de la emergencia climática” seguido de acciones que sugieren completamente lo contrario (¿Si es una emergencia porqué no dejan de talar árboles, por ejemplo? 

Muchas personas se sienten enfadadas y traicionadas por las empresas, la gente rica y los gobiernos por no tomar acción urgente y trabajar juntos para abordar esta amenaza global. A veces las personas se insensibilizan y desconectan todos sus sentimientos ya que son demasiado abrumadores. 

¿La eco-ansiedad es una respuesta racional ante el cambio climático?

La eco-ansiedad es una forma emergente y cambiante del estrés psicológico, sintiéndonos como que nos hacemos conscientes acerca del mundo cambiante y tratamos de mantener un balance emocional a medida que empezamos a entender las amenazas existenciales que estamos enfrentando. 

No es una enfermedad mental, pero ciertamente causa unos sentimientos de estrés en mucha gente. 

La emergencia climática y ecológica es una emergencia en la salud mental. Nuestra salud mental está entrelazada con la salud de nuestro mundo natural. 

Paradójicamente, la eco-ansiedad es una respuesta mentalmente saludable a la realidad cambiante del mundo que llamamos hogar. Deberíamos sentirnos ansiosos, tristes, asustados, culpables, en duelo, cabreados y frustrados. Estas son respuestas emocionalmente saludables y entendibles y una señal que indica que nos preocupamos por lo que está pasando en el mundo, a otras especies y otras personas. 

Solo sentimos este estrés porque nos preocupamos. Nos preocupamos por las personas en el cono sur del mundo que tienen problemas con las condiciones causadas por el cambio climático que amenazan sus vidas. Esto muestra que tenemos empatía global, que entendemos la interconexión de todas las vidas, y que no podemos salvar nuestra parte del planeta sin salvarlo todo. 

Si sentimos eco-ansiedad, es porque nos preocupamos por lo que le estamos haciendo a nuestro bello planeta. Si nos sentimos desesperados, es porque nos preocupamos por la incertidumbre y las amenazas que estamos creando a nuestros hijos y a sus hijos. 

Los niños y la gente joven a menudo sienten esto con mucha intensidad. Ellos y ellas están viendo como crecen en un mundo sin los recursos y las opciones que sus padres tuvieron, y se sienten especialmente asustados cuando los adultos alrededor de ellos no parecen compartir el mismo sentimiento de ansiedad. 

¿Puede la eco-ansiedad ayudarnos a abordar la crisis climática?

De forma crucial, la eco-ansiedad sobre el empeoramiento de los sistemas ecológicos que nos sostienen y nos dan vida puede hacernos sentir mal, pero realmente, lo que lo hace insoportable para muchas personas es nuestro problema colectivo para tomarnos en serio la crisis climática y actuar con urgencia. 

La única forma de reducir la eco-ansiedad es tomando una acción urgente reduciendo emisiones, preservando nuestro entorno natural e incrementando la resiliencia medioambiental, poniendo al mundo en primer lugar. 

A menudo la gente oscila entre sentirse esperanzados (podemos arreglar esto) y desesperanzados (estamos condenados). De hecho, sentirse completamente esperanzado o absolutamente desesperanzado son estados emocional a los que no deberíamos pegarnos. 

No quiero que nos libremos de nuestra eco-ansiedad. Quiero que nos convirtamos en eco-empáticos, eco-entendibles, eco-resilientes, eco-activos, eco-determinados y eco-preocupados. Entonces es cuando empezaremos a avanzar en una dirección. 

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